Su origen se remonta a la antigua Persia (actual Irán) y Ankara (capital de Turquía). El origen del gato persa es el de un cruce del gato persa de raza pura y el gato de angora turco blanco. El gato persa que conocemos hoy en día es el fruto de una cuidadosa selección de cruces.
Se caracteriza por su pelaje largo, sedoso, espeso y abundante. Hay una enorme variedad de colores de esta raza.
El gato persa en un gato muy dulce y pacífico, necesita mucho afecto y requiere numerosas muestras de cariño por parte de sus amos. Le gusta mucho dormir y que le echen piropos sobre su belleza, sí, sí, los gatos persas se dan cuenta cuando hablan de su belleza ;) Es un gran observador y es poco expresivo, y aunque es sorprendente en un gato, carece de instinto cazador.
¿OS GUSTA ESTE GATITO DE APARIENCIA DE "NO HE ROTO UN PLATO EN MI VIDA"?
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