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domingo, 31 de julio de 2011

El festín del erizo

Al caer la noche, el erizo sale de caza.  Se le oye soplar, resoplar y gruñir mientras se desliza bajo la maleza.  Sus platos preferidos son las lombrices, gusanos, limacos y caracoles.  También le gustan las ranas, los huevos, crías de ave, frutas y reptiles entumecidos por el frío. 

Es un pequeño tragón, cuya ración diaria es de 200 gramos de comida.  
Durante el invierno deja de comer, y de octubre a abril hiberna en solitario.  Su verdadero enemigo es el automóvil; es frecuente encontrarlos aplastados sobre la calzada debido a que son ciegos de nacimiento.

Muchas personas se asombran de los gruñidos que emiten los erizos por la noche, mientras andan en busca de alimento.  Como no temen a los depredadores, pueden desplazarse de una manera tan ruidosa y osada, e incluso cuando  duermen roncan con toda su fuerza.